La obesidad, considerada mundialmente como una epidemia, es una enfermedad en la que se pierde el control sobre la alimentación y el paciente rápidamente comienza a ganar peso sin poder encontrar respuestas que lo ayuden a conseguir el descenso. No se trata solo de comer menos, sino que involucra todo un cambio en la forma de alimentarse y de vivir.
Claramente el descenso de peso va de la mano de una mejor calidad de vida con la incorporación de actividad física como parte de la rutina diaria. Respetar horarios de comida y evitar el exceso de aquellos alimentos que de por si son hipercalóricos, por ejemplo las harinas.
El tratamiento en muchos casos, requiere del apoyo profesional con charlas y medicamentos. Estos tomados bajo estricta supervisión médica, no traen efectos deletéreos como mal se lo señala en nuestra sociedad. No todos los pacientes tiene voluntad para mejorar la dieta es por eso que necesitan de la ayuda de los fármacos que le quiten un poco la ansiedad y el apetito, amen de incorporar actividad física y ordenar el día en general.
Los medicamentos son comprimidos que se toman de 2 a 3 veces al día dependiendo de cada paciente.